Recomendaciones preventivas para empresas del rubro construcción




 COVID-19: Recomendaciones preventivas para empresas del rubro construcción I. Antecedentes El avance de la pandemia SARS-CoV-2 en Chile y el mundo ha significado un enorme cambio en todo ámbito de la sociedad, incluido el mundo del trabajo, el cual ha tenido que adaptarse rápidamente siguiendo las recomendaciones de la autoridad sanitaria internacional y nacional con el objetivo común de disminuir la transmisión de la COVID-19. En nuestro país el artículo N° 184 del Código del Trabajo obliga a los empleadores a “tomar todas las medidas necesarias para proteger la vida y salud de los trabajadores, informando de los posibles riesgos y manteniendo las condiciones de higiene y seguridad en las faenas”. Con todo, el Decreto supremo N°594, Título II de saneamiento básico de los lugares de trabajo, en el párrafo I artículo II señala que los lugares de trabajo deberán mantenerse en buenas condiciones de orden y limpieza. Además, deberán tomarse medidas efectivas para evitar la entrada o eliminar la presencia de insectos, roedores y otras plagas de interés sanitario. Bajo este contexto, las empresas deben velar por el cumplimiento de ambas disposiciones legales, las que deben estar en concordancia con las medidas específicas de seguridad emanadas desde la autoridades y organismos sanitarios nacionales (Ministerio de Salud) e internacionales (Organización Mundial de la Salud OMS, Centro de Control de Enfermedades CDC y la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional OSHA, entre otras). Dada la importancia del rubro de la construcción en Chile, se hace fundamental la protección de la salud y seguridad de estos trabajadores. Cada obra es un centro de trabajo en donde se reúnen gran cantidad de personas, las medidas preventivas en relación a COVID-19 deben ser correctamente implementadas y evaluadas continuamente, considerando además el dinamismo de la pandemia y la constante actualización de medidas, como, por ejemplo, las cuarentenas por comuna. Se entrega a continuación una serie de recomendaciones y medidas preventivas específicas para el rubro de la construcción, las cuales pueden ser parte de un plan de acción que cada empresa desarrolle para enfrentar esta pandemia, en línea con las indicaciones de la autoridad sanitaria. Prevención de riesgos en el ámbito de la construcción La implementación de medidas preventivas es un proceso dinámico, el cual debe ser planificado y evaluado constantemente para asegurar la efectividad de estas y desarrollar planes de mejora en caso contrario. La evidencia científica ha demostrado que la efectividad de las medidas preventivas es mayor cuando se considera la participación activa de las y los trabajadores y/o sus representantes.


La OSHA indica que la mejor manera de controlar un peligro es eliminándolo sistemáticamente del lugar de trabajo, en vez de depender de los trabajadores para reducir su exposición. En el contexto de la pandemia COVID-19, cuando no es posible eliminar el peligro, las medidas de protección son, enumeradas de la más a la menos efectiva: 1. Controles de ingeniería. 2. Controles administrativos y prácticas de trabajo seguras. 3. Uso de elementos de protección personal (EPP). Hay ventajas y desventajas para cada tipo de medida de control al considerar la facilidad de implementación, efectividad y costo. En la mayoría de los casos, será necesaria una combinación de medidas de control para proteger a los trabajadores de la exposición. II. Recomendaciones generales y medidas preventivas El objetivo de todas estas medidas es minimizar las posibilidades de exposición al virus entre trabajadores. 

1. Limpieza y desinfección: Las labores de limpieza y desinfección deben ser realizadas por personal previamente capacitado y contando con todos los elementos de protección personal (EPP), tales como mascarilla N95, gafas o un protector/escudo facial que cubra el frente y los lados de la cara, guantes, según indica la autoridad sanitaria. Es importante además el llevar un registro respecto a todas las actividades de limpieza y desinfección realizadas. Las recomendaciones específicas son: 

 Al inicio y al término de la jornada laboral, se deberán ventilar las instalaciones cerradas del recinto por al menos 20 minutos. Considerar ventilar también durante la jornada laboral. 

 De forma frecuente durante y al término de la jornada laboral se deberán desinfectar con solución clorada todas aquellas superficies que se tocan frecuentemente: manillas de puertas, casinos, baños, vestidores, etc. La solución clorada corresponde a dilución 1:50 si se usa cloro doméstico a una concentración inicial de 5%. Lo anterior equivale a agregar 20cc de cloro (4 cucharaditas) por cada litro de agua. Mayor información disponible en: CLICK PARA VER DOCUMENTO 

 Durante la jornada de trabajo y al finalizar esta se deberá disponer de toallitas en base a alcohol o solución clorada para desinfectar las herramientas manuales de uso compartido, entre cada uso por parte de distintos trabajadores. 

 La limpieza tanto de superficies como de herramientas, se deben realizar con guantes adecuados para evitar lesiones dérmicas. 

 Al término de la jornada de trabajo, se deberán desinfectar con solución clorada todos los EPP que lo permitan (cascos, máscara facial, cinturón portaherramientas, antiparras, etc.)

2. Medidas de higiene para trabajadores

  Todo el personal que ingresa al recinto debe lavarse las manos según protocolo, por lo menos en las siguientes situaciones: 

 Al momento de ingresar al recinto, antes y después de ponerse la ropa de trabajo.  Al momento de retirarse del recinto, después de guardar la ropa de trabajo.

  Antes y después de comer/hidratarse. 

 Antes y después de ir al baño.

 Al momento de desinfectar EPP. 

 Posterior al realizar labores de limpieza y desinfección. 

 Cada vez que realice una nueva tarea o manipule objetos y/o herramientas sin EPP.


3. Implementar controles de ingeniería Diseñe e instale controles de ingeniería para reducir o eliminar las exposiciones al virus protegiendo a todos los trabajadores y trabajadoras. Los ejemplos de controles de ingeniería incluyen:

El acceso y la salida del recinto deberán estar separados, manteniendo el distanciamiento social recomendado de mínimo de 1 metro para evitar el contacto entre personas. De no ser posible, implementar barrera física o implementar medidas administrativas como el ingreso y salida diferidas o por bloque de trabajadores. 

.-Instalación de barreras físicas y/o demarcación en zonas de aglomeración, como por ejemplo casino, vestidores y duchas. Si el espacio de la obra no lo permite, implementar sistema de turnos.

 .-Instalación de barreras físicas como ventanas de vidrio o plástico transparente para personal de atención a trabajadores o público (personal de casino, bodega o “pañol”, oficina de ventas). Las superficies de las barreras deben ser lavables. 

.-Instalación de señaléticas en el piso (ej. demarcación de suelo), en lugares donde se realicen filas. (distancia mínima 1 metro). 

.-Instalar sistemas de recolección de polvo para evitar al máximo su exposición y así disminuir los reflejos de tos y estornudos por parte de trabajadores. Una alternativa puede ser humectar de forma continua los lugares donde existe polvo o polución de material.

4. Implementar controles administrativos

5. Uso de Elemento de Protección Personal EPP

6. Gestionar el acceso de visitantes

 

Recomendaciones preventivas en obras de construcción covid 19 (coronavirus)


La Comisión de Seguridad y Salud Laboral de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) elaboró, en base a antecedentes del Ministerio de Salud y la Mutual de Seguridad, un informativo preventivo con medidas generales sobre el Covid-19 para uso de sus socios. A continuación, el detalle de las medidas sugeridas en términos de administración, aseo y contacto entre personas.

ADMINISTRACIÓN

• Evitar las visitas a obras de personas que provengan de viajes desde países con brote de coronavirus declarado o con sospecha de contacto y/o contagio, hasta no haber completado período de cuarentena.

• Evitar reuniones de obra con más de 5 personas y procurar mantener distancias entre asistentes de al menos 1 metro entre personas.

LAVADO DE MANOS Y ASEO

• Al llegar al acceso a la obra y durante la jornada, todos los trabajadores deben lavarse las manos con agua y jabón o alcohol-gel.

• Instalación de puntos de lavado de manos en toda obra con disponibilidad de agua y jabón. De no ser factible habilitar puntos de aplicación de alcohol en gel.

• Instruir a todos los trabajadores que al término de la jornada deban lavarse las manos inmediatamente a la llegada a sus hogares. 

• Mejorar las rutinas diarias de aseo y desinfección en baños, duchas, vestidores y sectores destinados a alimentación y reuniones de obra.

CONTACTO ENTRE PERSONAS

• Evitar contacto físico interpersonal (Ej: preferir saludo verbal, evitar tocarse la cara con las manos)

• Procurar una distancia de al menos 1 metro entre trabajadores en distintas faenas y oficinas en obra.

•Al toser o estornudar, cubrir la boca y nariz con el codo o pañuelo desechable, luego lavarse las manos.

La industria de la construcción post COVID-19

 

El colapso de la producción mundial probablemente igualará o superará cualquier recesión de los últimos 150 años, eso pronostica «The Guardian» en su sección de negocios el día 8 de abril. La industria de la construcción no estará ajena a las consecuencias que se avecinan por el COVID-19. ¿Cómo abordar todas las variables que se generan a raíz de esta pandemia, tanto a un nivel de lo que se debe realizar en el presente y los futuros desafíos?

Los efectos de las cuarentenas sectorizadas y de una crisis financiera, dejan en una muy mala posición a la industria de la construcción. Según los pronósticos actuales se estima una baja en la inversión que sería de 13,2 % en el subsector de viviendas y de 9 % para obras de infraestructura, además se debe considerar que a raíz del virus y sus efectos estarán sin operar entre el 64 % y el 78 % de las construcciones a nivel país. Cifras expuestas por la Cámara Chilena de la Construcción.

 


Esta misma institución proyecta un desempleo superior a 12% para este año 2020, equivalente a unos 75.000 trabajos, lo cual será un impacto para este sector. Además, deberemos considerar que está perdida de empleos tendrá relación directa con la desaparición de empresas, que a raíz de sus altos niveles de deudas y bajas reservas de recursos financieros, sufrirán una falta de liquidez para enfrentar esta crisis.

 

Considerando que una faena constructiva debe operar de forma presencial, es importante tener en cuenta recomendaciones que está dando el gremio de la industria: medidas para contener el contagio el virus, protocolos sanitarios y un elemento importante son las consideraciones de salud mental para personal de obra, principalmente para líderes de equipo que deben lidiar con la angustia que genera la incertidumbre actual.

Existen una serie de buenas prácticas para operar un proyecto de construcción con las respectivas medidas de prevención ante el virus Covid-19. Éstas reflejan acciones para el ingreso y salida de las faenas, configuración de las rutinas de limpieza y sanitización en obra, acciones al momento de desarrollar actividad en los procesos constructivos que se deben llevar a cabo en un proyecto de construcción y cultura del autocuidado.

 

Es complejo plantear escenarios a futuro, sin embargo, es importante plantear recomendaciones que vayan en beneficio de la adaptación que deberá realizar la industria de la construcción en esta nueva normalidad que enfrentaremos. Para iniciar este planteamiento tenemos que considerar algunos elementos que actualmente afectan a la industria desde antes que se desarrollase la pandemia del Covid-19, estas son: baja productividad por exceso de producción, plazos de proyecto con inventarios excesivos, costos de transporte innecesarios, defectos en movimientos no útiles de personas y excesos de procesado. Al analizar estas variables, podemos ver que tributan entre ellas, pero lo más relevador es la baja productividad de nuestra industria, la cual es evidenciada por la consultora estratégica McKinsey & Company en junio del 2016.

Recomendaciones de seguridad en obras de construcción por la crisis del COVID-1

Ante la incertidumbre y la inquietud que genera el reinicio de la actividad en el sector de la construcción, el CSCAE y el CGATE, y con la colaboración de expertos de ASEMAS, han elaborado un documento con recomendaciones que pretenden servir de orientación a empresas, trabajadores y profesionales y técnicos colegiados implicados en el proceso edificatorio en la aplicación de las medidas de seguridad y salud en las obras para evitar el riesgo de contagio del coronavirus. Se trata de medidas orientativas que, en ningún caso, pretenden sustituir a las normas y protocolos dictados por las autoridades competentes para frenar la rápida propagación del Covid-19





Medidas preventivas recomendadas para las empresas

1. El constructor aplicará en cada una de sus obras de construcción las recomendaciones recogidas en el presente documento, las cuales serán de aplicación a sus trabajadores, subcontratas y a todas aquellas empresas que accedan a la obra. Todo ello, sin perjuicio de que, en caso de ser necesario, se individualicen y adapten a la realidad de la obra concreta, dado que algunas medidas dependen fundamentalmente de las características de los espacios de trabajo, de la planificación de tareas que tengan en ese momento o de los medios con que cuenta el centro. Esta individualización y adaptación a la obra concreta podrá formalizarse por el constructor mediante un protocolo de actuación o mediante anexo que modifique, complete y perfeccione el Plan de Seguridad y Salud de la obra.

El constructor deberá poner en conocimiento de los agentes y sus propios operarios el protocolo de actuación o anexo al Plan de Seguridad y Salud, según corresponda, centralizando el mando de las medidas a establecer en el Jefe de Obra, con la colaboración de los servicios de prevención de la empresa.

En el caso de las subcontratas, éstas deberán cumplir el referido protocolo o anexo, y en su caso, adherirse al documento de individualización del mismo en cada obra.

Cada empresa trabajará para el cumplimiento del documento preventivo con el objeto de evitar el contagio de los trabajadores por el virus SARS-COV-2.

Las empresas deberán garantizar la protección de todos los trabajadores. Se intentará minimizar al máximo la concurrencia de diversos gremios y favorecer el trabajo individualizado, siempre que las medidas de seguridad y salud lo permitan, reduciendo las labores y rectificando el programa, estableciendo turnos escalonados de trabajo para reducir el número de trabajadores en las instalaciones, así como la implantación de la jornada continuada evitando la concentración en los vestuarios y aseos, comedores o de los tiempos de comida a pie de obra.


2. Instalación de paneles informativos en varios puntos de la obra con las recomendaciones básicas de prevención del contagio frente al coronavirus. A su vez, la empresa informará a los trabajadores sobre el contenido del protocolo de actuación o anexo al Plan de Seguridad y Salud, y les hará entrega del mismo, dentro de la formación obligatoria sobre seguridad y salud que deben recibir, a ser posible antes de la reanudación de los trabajos.

3. Disposición de una zona dotada de agua, jabón y papel secante para el lavado de manos y/o solución hidroalcohólica para su desinfección (siempre que pueda disponerse de la misma). Dispondrán de contenedores para los desechos, que estarán, también disponibles, como refuerzo en determinadas zonas de la obra para evitar desplazamientos largos hasta los servicios higiénicos.

4. Incremento de la frecuencia de limpieza y desinfección de las instalaciones de oficinas, aseos, vestuarios, salas de reunión y todas aquellas en las que los trabajadores no vayan ataviados con los preceptivos guantes, como mínimo una vez al día. La limpieza se realizará también sobre las herramientas de trabajo manuales, medios de obra, materiales y andamios que sean de uso compartido. Tras el cambio de usuario, la limpieza se realizará también sobre las herramientas de trabajo manuales que sean de uso compartido.

5. Reorganización en la medida de lo posible del acceso escalonado de trabajadores a la obra.

Se dispondrá de un registro diario en el que se anotará nombre, DNI, empresa y fecha de entrada de las personas que accedan a la obra, incluido el control de las visitas (personas que accedan puntualmente: proveedores, dirección facultativa, propiedad, comerciales, etc.). Cada empresa designará un responsable diario que gestionará su propio registro, debiendo permanecer en la obra a disposición de los trabajadores. Esta información se pondrá a disposición de las autoridades sanitarias, del coordinador de seguridad y salud, del promotor y de los servicios de prevención correspondientes en caso de contagio. Cada empresa será responsable del cumplimiento de la normativa en materia de datos de carácter personal que resulte de aplicación a los registros citados.

6. Cuando se tenga conocimiento de que en el centro de trabajo un trabajador que convive o ha convivido con una persona que ha contraído la infección por el coronavirus o que estuviere aislada preventivamente, desarrolla síntomas respiratorios propios de esta enfermedad (tos, sensación de falta de aire, etc.) o tiene fiebre, se procederá a su aislamiento y aviso a los teléfonos de emergencia sanitarias, designados por cada comunidad autónoma, aplicándose rigurosamente las recomendaciones y requerimientos de las Autoridad sanitaria y el servicio de prevención de la empresa.

Las empresas dispondrán de un termómetro sin contacto homologado que permita medir la temperatura a distancia a disposición de los trabajadores en el botiquín de primeros auxilios.

7. Las tareas debieran organizarse de forma que los suministros de material y/o apoyo sean puntuales y en lo posible en franjas horarias que permitan mantener las distancias de seguridad, advertidas por la Autoridad sanitaria.

Para ello, el constructor revisará, y en su caso, reorganizará la planificación de trabajos previstos para identificar las tareas en las que, por su propia naturaleza, no permitan a los trabajadores mantener las distancias de seguridad. En estas, se utilizarán los EPIs necesarios para evitar el contagio, debiendo contenerse en el protocolo de actuación del constructor o anexo al Plan de Seguridad y Salud.

En este sentido, y en la medida de lo posible se recomienda la adopción de medidas como el teletrabajo y las videoconferencias, entre otras, para aquellos trabajos en los que existiera la posibilidad, como en el caso de reuniones.

8. Se deberá disponer de planificación de los turnos de comida que evite aglomeraciones. Se informará a los trabajadores de la prohibición de compartir enseres y utensilios para comer o beber, entre otros.

9. Las empresas, de ser posible, establecerán jornadas de trabajo continuadas con el objeto de reducir el tiempo de exposición de los trabajadores en la obra de construcción.




Medidas preventivas recomendadas para su adopción por los trabajadores

1. El trabajador velará, según sus posibilidades y mediante el cumplimiento de las medidas de prevención que en cada caso sean adoptadas, por su propia seguridad y salud en el trabajo y por la de aquellas otras personas a las que pueda afectar su actividad profesional, a causa de sus actos y omisiones en el trabajo en la obra, de conformidad con su formación y las instrucciones del empresario.

2. Si detecta que convive o ha convivido con una persona que ha contraído la infección por el coronavirus, si desarrolla síntomas respiratorios propios de esta enfermedad (tos, sensación de falta de aire, etc.) o si tiene fiebre debe llamar por teléfono a su responsable directo y comunicárselo.

Los trabajadores deberán tomarse la temperatura antes de acudir a su puesto de trabajo y también cuando estén en éste, si sienten indisposición o molestias con el termómetro homologado sin contacto que debe estar en el botiquín de obra. A ser posible, se realizará medición previa junto con el registro de entrada y salida.

Todo ello sin perjuicio, del deber de permanecer en su domicilio, llamar al teléfono de emergencia sanitario, facilitado por la consejería de salud de cada comunidad autónoma y seguir las instrucciones de la autoridad sanitaria.

3. En el trabajo debe cumplir con las recomendaciones preventivas instauradas en la empresa.

4. Debe mantener la distancia de seguridad de 2 metros con el resto de los trabajadores de la obra durante la realización de las tareas, en salas de reuniones, vestuarios y aseos.

5. Debe lavarse las manos con frecuencia en las zonas habilitadas a tal fin.

6. Mantendrá limpios los aseos, vestuarios y otras zonas comunes, utilizando los productos de desinfección que sean indicados.

7. Extremará las condiciones de limpieza de las herramientas y maquinaria, sobre todo si las utilizan varias personas. En oficinas se aconseja no compartir objetos (bolígrafos, grapadora, tijeras, etc.).

8. Utilización de los guantes que le haga entrega la empresa. Según instrucciones de la Autoridad sanitaria la utilización de la mascarilla no es preceptiva, salvo cuando ésta así lo estime.

9. No deben compartir cubiertos, vasos, botellas, o bebidas entre compañeros, siendo conveniente marcar, con rotulador indeleble, sus iniciales.

10. Deberá seguir las instrucciones de utilización de los EPIs que se le entreguen.

11. Recuerde no compartir los equipos de protección individual (guantes, gafas, mascarillas, etc.) con otros trabajadores, siendo conveniente marcar, con rotulador indeleble, sus iniciales.

12. En el caso de que los guantes de protección específicos sean de uso compartido el trabajador se colocar previamente unos guantes de látex o nitrilo (según alergias) para la realización de su actividad.

13. No deberá tocarse la cara, especialmente ojos, boca, nariz, tampoco si lleva los guantes puestos.

14. En caso de haber realizado algún viaje fuera de la comunidad autónoma durante los últimos 30 días, deberán comunicarlo a la empresa.

15. Siguiendo las instrucciones de las autoridades sanitarias, los trabajadores no deberán permanecer en la vía pública salvo el tiempo necesario para realizar su prestación de servicios, o llevar a cabo alguno de los actos previstos en el artículo 7.1. el Real Decreto 463/2020 de declaración del estado de alarma.

16. Cada trabajador firmará un recibo de entrega del presente documento en el que manifieste quedar enterado de las medidas establecidas en el mismo.



Medidas preventivas recomendadas a tomar por los profesionales y técnicos colegiados

1. El constructor redactará un protocolo de actuación o, en su caso, un anexo al Plan de Seguridad y Salud, a ser posible antes del comienzo de los trabajos, que recogerá los cambios físicos de distancias y EPIs ahora obligados. Igualmente, junto con el responsable de seguridad, verificará que las empresas concurrentes se coordinan para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores, adoptándose las medidas preventivas establecidas en el protocolo de actuación o anexo al Plan de Seguridad y Salud, así como cualquier otra disposición que puedan dictar las autoridades competentes.

2. En el caso en que en la obra en cuestión no se cumplan las normas de obligado cumplimiento establecidas o no se estén siguiendo las indicaciones previstas en el documento de individualización de las medidas de seguridad y salud a la obra, el coordinador de seguridad y salud deberá comunicar este hecho al constructor. Si realizada esta comunicación se mantiene el incumplimiento, corresponderá al técnico competente poner en conocimiento de las Autoridades competentes este hecho, sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 14.1 del RD 1627/1997, de 24 de octubre.

3. En el desarrollo de su actividad y en las visitas de obras, los técnicos cumplirán con todas las indicaciones establecidas para los trabajadores que se relacionan en el presente documento, así como cualquier otra instrucción que puedan dictar las autoridades competentes.



Construcción: obras privadas pueden funcionar en periodos de cuarentena

 La medida, dispuesta por el gobierno desde este lunes, implica el estricto cumplimiento del protocolo sanitario de la cchc por parte de las empresas y los trabajadores para mantener la continuidad de la actividad.

Desde este lunes 2 de noviembre, el gobierno autorizó a los proyectos inmobiliarios privados funcionar en comunas que estén en cuarentena, bajo el estricto cumplimiento de los protocolos determinados por la autoridad. lo anterior, a través de la extensión del plan piloto para la reanudación de obras, que coordina junto a la industria de la construcción.

Con esta resolución, se confirma al sector constructivo como actividad segura y equipara a las inversiones privadas con las obras de infraestructura pública y construcción de viviendas sociales, que no habían interrumpido su actividad, al ser declaradas esenciales.

La medida, anhelada por el sector debido a la caída de los empleos y de la actividad en general que ha significado la pandemia, implica que la construcción deberá cumplir con estrictos requisitos para mantener su operatividad durante la crisis sanitaria.

Entre las principales condiciones para reanudar las faenas están que las obras deberán adherirse al protocolo sanitario de la cchc; implementar un sistema de transporte privado para trabajadores que se desplacen a las obras y la realización del test pcr a los colaboradores, antes de retomar la ejecución del proyecto.

Helen martin, presidenta de la cchc concepción, en una reunión con más de 60 socios, en la que se entregaron detalles de la reciente medida, hizo un llamado a las empresas a cumplir con el compromiso sanitario y a ser rigurosos con el cuidado de sus trabajadores.

“Es una medida esencial para que el sector no continúe perdiendo puestos de trabajo y tengamos mayor certidumbre para las operaciones y futuro de nuevas inversiones”, recalcó martin.

Asimismo, señaló que las obras serán controladas para asegurar el cumplimiento del protocolo sanitario, pero además para aportar a una optimización de las medidas.

 A nivel nacional, se han realizado 80 visitas a obras y el 95% de ellas ha cumplido la totalidad del compromiso sanitario.



El impacto de la crisis del coronavirus en el sector de la construcción pública

Medidas de mitigación de la COVID-19 en el sector construcción a nivel internacional. ¿Cómo afecta la COVID-19 a la construcción de vivienda? El acceso a vivienda de calidad y como consecuencia la alta tasa de vivienda informal es uno de los principales retos que enfrentan las ciudades de América Latina y el Caribe. Un estudio del BID estima que, en América Latina, más de 5 millones de familias dependen de otras familias para acceder a una vivienda, más tres millones viven en viviendas precarias y por lo menos 34 millones de familias no cuentan con acceso a infraestructura de servicios básicos.

La crisis del COVID-19 ha evidenciado la alta vulnerabilidad que los hogares informales enfrentan al contar con condiciones precarias como hacinamiento y falta de acceso a servicios de agua y saneamiento. Esto está demostrando la importancia de invertir en infraestructura de vivienda que atienda a las poblaciones vulnerables, así como mecanismos y reformas que contribuyan a reducir los déficits de vivienda.

La paralización de la industria de construcción por el COVID-19 se ve reflejado en altos niveles de desempleo. El sector construcción en América Latina y el Caribe representa una parte importante del gasto en inversión pública y una fuente significativa de empleos. En promedio, los países latinoamericanos invierten el 28% del gasto total en infraestructura pública de transporte, incluye transporte terrestre, ferroviario, aéreo y otros; y el 19.7% en construcción de viviendas y de servicios comunitarios como redes de suministro público de agua y alumbrado eléctrico. Según la OIT, en América Latina y el Caribe, al 2018 el sector construcción empleó directamente al 7.5% de la PEA.

Además, la inversión en construcción tiene un efecto multiplicador en la economía, generando empleo indirecto y dinamiza otras industrias que forman parte de la cadena de producción. Así mismo, este sector emplea una alta proporción de la población no calificada y vulnerable socioeconómicamente que depende de los ingresos diarios, afectando a poblaciones que no cuentan con un “colchón económico” que les permita mantenerse por un tiempo prolongado.

Permitir que las empresas de construcción que se encontraban realizando obras públicas quiebren, implica altos costos para reanudar las obras y mayores retrasos en su culminación. Por ejemplo, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) de Chile estima que contratar a una empresa nueva para retomar la construcción de una obra que se encuentra en un 60% de avance implica un costo mucho mayor que cubrir el 40% faltante de la obra. Esto podría resultar en la incapacidad de los gobiernos en completar las obras a mediano plazo.